viernes, 7 de junio de 2013

Puntos suspensivos

Bitácora: Después de pasar varios meses , algunos de vacaciones, otros más estresado, vulevo aquí con un caso nuevo esta vez . Tengo montones de casos archivados, pero decidí tomar uno nuevo. Una idea diferente. Pasé varias horas en brincos de aquí para allá y de allá para acá, hablande mi cama como nunca, pero sin ninguna idea;  ahí es donde recurres a alguien más que te pueda ayudar en conseguir la idea. Normalmete recurro a los paisajes o lugares de pensamiento, pero las charlas con amigos funciona también. Consulté a alguien que siempre que la veo me inspira algo nuevo, no sé como lo hace, pero gracias por eso (dedo gordo arriba). Y de todas surgió aquella con una historia detrás, que se podría contar luego. Hay nace "puntos suspencivos".

Así lo define la RAE: Signo ortográfico (...) con que se denota quedar incompleto el sentido de una oración o cláusula de sentido cabal, para indicar temor o duda, o lo inesperado y extraño de lo que ha de expresarse después. Para mí es preferible definirlo como aquella pausa que una vez te haces y no puedes escribir mientras está aquella pausa. Dígamos que pasa algo, tomas una pausa y le dejas una pausa al lector y vuelves a tu historia. Si salimos y caminamos cerca de una playa, tomas una pausa, unos puntos suspencivos que te ayuden a luego seguir escribiendo. Eso me recuerda a la historia de el amigo de mi amigo , que tiene un amigo al que le contó lo siguiente (Por cosas de la vida, se llamarán Mario y la princesa): Un día sin nada más que hacer, llega Mario a su casa y se recuesta en su cama, como era habitual, sin querer cae encima de su celular, al parecer quedándole pegada la tecla de punto. Cada vez que Mario escribía algo solo salían tres puntos (...). Resulta que una chica la cual le gustaba mucho le comenzo a escribir, por primera vez ella le escribia a él. - Hola, Mario! ¿cómo estás? -, Mario loco por cerrar la aplicación ya que solo escribía puntos, paff, presiona la tecla de salir y responde - ... -, La princesa, cree que él está mal y sigue escribiendo.
- Ya veo, te puedo ayudar pero solo si así lo quieres - 
 él responde - ... -
- Ok, ¿nos juntamos? - 
Mario, loco por responder que "sí", pero la bendita tecla presionada, se desespera y usa una maniobra; lo lanza a la pared. El celular cae y con miedo lo toma, presiona otra tecla ... funciona esta vez. Se escucha el grito de Mario -Sííííííííí-, emocionado responde. - Lo siento, mi celular esta dañado, lo arreglo ahora y te digo -.

Vaya! bárbaro el Mario, pero es un buen ejemplo de que debemos de tomarnos siempre unos puntos suspensivos, no muy largos, no muy cortos, sufientes para ... correcto. Hoy no existirá dilema , pero si una cápsula curiosa, ¿realmente usamos el 10% de nuestro cerebro? resulta que no, hay momento en los cuales usamos el 10 y otros usamos el 100, incluso ciertas áreas del cerebro nunca se apagan siempre activas, sino me crees buscálo. Mientras daré otros puntos suspensivos en la bitácora.