miércoles, 31 de octubre de 2012

El invierno


Bitácora: Estoy en la gran espera del invierno, ese único momento del día en que te puedes arroparte al medio día y sin problemas, sentarte frente al televisor y ver cuantas películas se te antojen hasta las celebraciones navideñas  como Noche Buena  o Fin de Año, naturalmente ese hermoso sentimiento de tener algo más que dar para alguien, sin esperar nada a cambio; tener esperanza sin saber si realmente servirá de algo, eso hace algo especial el invierno. Algunos se ponen nostálgicos por las lluvias, pero en trasfondo no es por el agua caer, es por el cambio de temperatura más el absoluto sonido de una sola cosa, lluvia.
El invierno es como poder conservar todas las cosas y que nunca se te dañen. El invierno es reflexionar sobre todo un año y pensar en el que viene. El invierno es poder abrazar a alguien sin que te lo pida y no esperar un no por respuesta. El invierno te ayuda a pensar mejor sobre donde poner los pies cuando te levantas (literalmente hablando). El invierno es el único que reúne a toda la familia con una excusa por creer. El invierno nos ayuda a sentir en nuestra piel algo más que solo sudor y jabón,  sino más bien las frescas brisas que fuertemente te abrazan sin querer. El invierno es algo así como tener tu propia habitación privada donde nadie entra ni sale, pero la disfrutas como quiera. El invierno es dar paz por un segundo al que ha tenido siglos sin tranquilidad. Pues esto es el invierno, nada sino letras de esperanzas y algo verde para indicarnos, como los semáforos. Este será mi dilema, ¿Vale la pena esperar el invierno?


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